Se trata de una obra bitemática, conformada por dos secciones claramente diferenciadas y contrastantes entre sí, que quieren representar los dos caracteres de la imagen devocional: por un lado su iconografía como crucificado muerto (primera sección), de amplio bagaje devocional e histórico, no solo en la ciudad de Ica, si no en todo el país. Por otro lado, su carisma patronal, más jubiloso pero elegante y dulce, tal y como se refleja en las delicadas facciones del crucificado (segunda sección).
Así pues, la primera sección de la obra se construye en base a un tema fúnebre, hondo y rítmico, de gran fuerza y calado, que quiere mostrar, no solo el patetismo de lo que la imagen de Cristo representa en sus momentos más luctuosos, sino también el esplendor de su sacrificio en la cruz. La segunda sección, por contra, se va desarrollando ampliamente en base a un tema muy melódico y dulce, donde se van añadiendo cada vez más y más instrumentos y contrapuntos, para finalizar en la reexposición variada del tema de esta sección con gran fuerza, terminando con una coda que recapitula, a su vez, el motivo del primer tema de la marcha, cerrando, así, la misma.
Fue estrenada magistralmente esta marcha en España por la Banda Municipal "Ntra. Sra. del Rosario" de El Cuervo (Sevilla) esta pasada Cuaresma de 2018, constituyendo una de las mejores interpretaciones que mi música tuvo nunca.
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